El presidente de China y líder del Partido Comunista Chino (PCC), Xi Jinping, ha lanzado una nueva ofensiva para eliminar las “influencias negativas” dentro del partido, centrándose en la lucha contra la corrupción. En el último año, esta campaña ha resultado en la destitución de varios altos funcionarios, incluyendo ministros y responsables militares, consolidando así su control absoluto sobre el PCC.
En un discurso publicado en Qiushi Journal, una de las publicaciones más importantes del PCC, Xi destacó la importancia de “utilizar el filo del cuchillo” para erradicar cualquier forma de corrupción dentro del partido. “Debemos actuar contra cualquier lobby, organización de poder o clase privilegiada que se aproveche de los miembros del PCC”, aseveró el mandatario, insistiendo en que el partido debe mantenerse “lleno de vigor y vitalidad” a través de una “autorrevolución”.
Destituciones y nuevas sanciones
Una de las expulsiones más recientes fue la de Gou Zhongwen, ex director de la Administración General del Deporte de China, quien fue hallado culpable de corrupción y mal manejo de recursos públicos. El exfuncionario aceptó sobornos y utilizó su poder para beneficiar a su familia, lo que provocó pérdidas económicas al Estado. Como resultado, Gou fue destituido de todos sus cargos y expulsado del PCC.
Este caso se suma a una serie de destituciones que incluyen a altos funcionarios como el exministro de Agricultura Tang Renjian y el exministro de Defensa Li Shangfu, quienes también fueron acusados de corrupción.
La lucha contra la corrupción continúa
La campaña anticorrupción de Xi ha alcanzado proporciones sin precedentes, con más de 610.000 funcionarios sancionados en 2023. Desde su consolidación de poder en el XX Congreso del PCC en 2022, Xi ha redoblado sus esfuerzos para asegurar que el PCC se mantenga firme bajo su liderazgo, apuntando a sectores clave como el gobierno, las finanzas, el deporte y el sector empresarial.
Esta intensificación de las purgas también ha levantado sospechas de que, además de la lucha contra la corrupción, Xi utiliza la campaña como un medio para eliminar a posibles rivales y reforzar su posición al frente del Partido Comunista y del Estado chino.
El presidente de China y líder del Partido Comunista Chino (PCC), Xi Jinping, ha lanzado una nueva ofensiva para eliminar las “influencias negativas” dentro del partido, centrándose en la lucha contra la corrupción. En el último año, esta campaña ha resultado en la destitución de varios altos funcionarios, incluyendo ministros y responsables militares, consolidando así su control absoluto sobre el PCC.
En un discurso publicado en Qiushi Journal, una de las publicaciones más importantes del PCC, Xi destacó la importancia de “utilizar el filo del cuchillo” para erradicar cualquier forma de corrupción dentro del partido. “Debemos actuar contra cualquier lobby, organización de poder o clase privilegiada que se aproveche de los miembros del PCC”, aseveró el mandatario, insistiendo en que el partido debe mantenerse “lleno de vigor y vitalidad” a través de una “autorrevolución”.
Destituciones y nuevas sanciones
Una de las expulsiones más recientes fue la de Gou Zhongwen, ex director de la Administración General del Deporte de China, quien fue hallado culpable de corrupción y mal manejo de recursos públicos. El exfuncionario aceptó sobornos y utilizó su poder para beneficiar a su familia, lo que provocó pérdidas económicas al Estado. Como resultado, Gou fue destituido de todos sus cargos y expulsado del PCC.
Este caso se suma a una serie de destituciones que incluyen a altos funcionarios como el exministro de Agricultura Tang Renjian y el exministro de Defensa Li Shangfu, quienes también fueron acusados de corrupción.
La lucha contra la corrupción continúa
La campaña anticorrupción de Xi ha alcanzado proporciones sin precedentes, con más de 610.000 funcionarios sancionados en 2023. Desde su consolidación de poder en el XX Congreso del PCC en 2022, Xi ha redoblado sus esfuerzos para asegurar que el PCC se mantenga firme bajo su liderazgo, apuntando a sectores clave como el gobierno, las finanzas, el deporte y el sector empresarial.
Esta intensificación de las purgas también ha levantado sospechas de que, además de la lucha contra la corrupción, Xi utiliza la campaña como un medio para eliminar a posibles rivales y reforzar su posición al frente del Partido Comunista y del Estado chino.