Brasilia – El Supremo Tribunal Federal de Brasil ordenó este lunes el arresto domiciliario del expresidente Jair Bolsonaro, acusado de liderar un plan para revertir los resultados de las elecciones de 2022 e incluso de conspirar para asesinar al actual mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
La decisión, emitida por el juez Alexandre de Moraes, se produce después de que Bolsonaro violara en varias ocasiones las medidas cautelares que le prohibían participar en actos políticos, usar redes sociales y recibir visitas sin autorización judicial. Ahora, el exmandatario deberá portar una tobillera electrónica, entregar su pasaporte y permanecer en su residencia sin contacto público no autorizado.
Según la Fiscalía, Bolsonaro encabezó una red que buscaba anular las elecciones y mantenerse en el poder, en un complot que incluía la redacción de un decreto para desconocer los resultados y planes para atacar físicamente a Lula, al vicepresidente Geraldo Alckmin y al propio juez de Moraes. De ser hallado culpable, podría enfrentar más de 40 años de prisión.
El caso ha provocado una fuerte agitación política. Mientras aliados de Bolsonaro denuncian persecución, su principal defensor internacional, el expresidente estadounidense Donald Trump, calificó el proceso como una “cacería de brujas” y anunció aranceles del 50 % a productos brasileños, generando tensiones diplomáticas entre ambos países.
En las calles de Brasil, miles de simpatizantes del exmandatario han salido a protestar contra la medida, mientras sectores que respaldan la investigación consideran que es un paso firme para proteger la democracia. El juicio avanza y se espera que la Corte decida sobre las penas definitivas antes de finalizar el año.
Brasilia – El Supremo Tribunal Federal de Brasil ordenó este lunes el arresto domiciliario del expresidente Jair Bolsonaro, acusado de liderar un plan para revertir los resultados de las elecciones de 2022 e incluso de conspirar para asesinar al actual mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
La decisión, emitida por el juez Alexandre de Moraes, se produce después de que Bolsonaro violara en varias ocasiones las medidas cautelares que le prohibían participar en actos políticos, usar redes sociales y recibir visitas sin autorización judicial. Ahora, el exmandatario deberá portar una tobillera electrónica, entregar su pasaporte y permanecer en su residencia sin contacto público no autorizado.
Según la Fiscalía, Bolsonaro encabezó una red que buscaba anular las elecciones y mantenerse en el poder, en un complot que incluía la redacción de un decreto para desconocer los resultados y planes para atacar físicamente a Lula, al vicepresidente Geraldo Alckmin y al propio juez de Moraes. De ser hallado culpable, podría enfrentar más de 40 años de prisión.
El caso ha provocado una fuerte agitación política. Mientras aliados de Bolsonaro denuncian persecución, su principal defensor internacional, el expresidente estadounidense Donald Trump, calificó el proceso como una “cacería de brujas” y anunció aranceles del 50 % a productos brasileños, generando tensiones diplomáticas entre ambos países.
En las calles de Brasil, miles de simpatizantes del exmandatario han salido a protestar contra la medida, mientras sectores que respaldan la investigación consideran que es un paso firme para proteger la democracia. El juicio avanza y se espera que la Corte decida sobre las penas definitivas antes de finalizar el año.