A criterio del abogado y doctor en Derechos Humanos, Joaquín Mejía Rivera, el retiro de la firma española Minsait Indra, de la lista de los ofertantes y proveedores de servicios tecnológicos de la información y comunicaciones para el Consejo Nacional Electoral, (CNE), para los sufragios internos y primarios de marzo próximo en Honduras, solo confirma que no existen condiciones para el ejercicio democrático bajo la actual administración del Partido Nacional.
Para Mejía Rivera las reglas del proceso electoral son las mismas a las que se presentaron en los sufragios generales de los tres últimos períodos de gobierno, donde las denuncias de irregularidades y fraude dejaron una marca indeleble en las tres últimas administraciones nacionalistas.
El profesional mencionó que un sondeo de opinión política realizado por el Equipo de Reflexión de la Iglesia Jesuita el año pasado, reveló que el 81,8 por ciento de la población tenía “poca o nula confianza con respecto al órgano electoral”.
“Y ahora, con la retirada de una empresa como esta, señalando cuáles son las debilidades y por qué no quieren seguir participando solo va a aumentar la desconfianza ciudadana hacia un proceso electoral ya bastante cuestionado”, sostuvo el reconocido defensor de derechos humanos.
A criterio del abogado y doctor en Derechos Humanos, Joaquín Mejía Rivera, el retiro de la firma española Minsait Indra, de la lista de los ofertantes y proveedores de servicios tecnológicos de la información y comunicaciones para el Consejo Nacional Electoral, (CNE), para los sufragios internos y primarios de marzo próximo en Honduras, solo confirma que no existen condiciones para el ejercicio democrático bajo la actual administración del Partido Nacional.
Para Mejía Rivera las reglas del proceso electoral son las mismas a las que se presentaron en los sufragios generales de los tres últimos períodos de gobierno, donde las denuncias de irregularidades y fraude dejaron una marca indeleble en las tres últimas administraciones nacionalistas.
El profesional mencionó que un sondeo de opinión política realizado por el Equipo de Reflexión de la Iglesia Jesuita el año pasado, reveló que el 81,8 por ciento de la población tenía “poca o nula confianza con respecto al órgano electoral”.
“Y ahora, con la retirada de una empresa como esta, señalando cuáles son las debilidades y por qué no quieren seguir participando solo va a aumentar la desconfianza ciudadana hacia un proceso electoral ya bastante cuestionado”, sostuvo el reconocido defensor de derechos humanos.