“Narco Michi”: gato es capturado con droga adherida al cuerpo en cárcel de Costa Rica
El felino transportaba marihuana y cocaína hacia el interior del centro penitenciario. Un insólito intento de introducir drogas en una cárcel de Costa Rica fue frustrado este lunes cuando agentes penitenciarios interceptaron a un gato que llevaba paquetes de marihuana y cocaína adheridos a su cuerpo. El hecho ocurrió en un centro carcelario del país centroamericano y fue confirmado por el Ministerio de Justicia y Paz.
El felino, bautizado en redes sociales como “Narco Michi”, fue capturado por los funcionarios del centro penitenciario luego de que notaran su comportamiento inusual dentro del recinto. Al revisar al animal, se descubrieron dos envoltorios adheridos a su cuerpo, los cuales contenían estupefacientes.
Tras el hallazgo, las autoridades procedieron a confiscar la droga y remitieron al gato al Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) para su evaluación médica y resguardo.
Aunque no se ha revelado a qué centro penitenciario ocurrió el incidente ni quién estaría detrás de este método de contrabando, el Ministerio de Justicia calificó el caso como un nuevo ejemplo de la creatividad del crimen organizado para evadir los controles de seguridad en las cárceles.
Este tipo de prácticas no son inéditas en la región: en años recientes se han reportado casos similares en países como Panamá y Brasil, donde aves, gatos o incluso drones han sido utilizados para intentar ingresar droga o celulares a centros penales.
El felino transportaba marihuana y cocaína hacia el interior del centro penitenciario. Un insólito intento de introducir drogas en una cárcel de Costa Rica fue frustrado este lunes cuando agentes penitenciarios interceptaron a un gato que llevaba paquetes de marihuana y cocaína adheridos a su cuerpo. El hecho ocurrió en un centro carcelario del país centroamericano y fue confirmado por el Ministerio de Justicia y Paz.
El felino, bautizado en redes sociales como “Narco Michi”, fue capturado por los funcionarios del centro penitenciario luego de que notaran su comportamiento inusual dentro del recinto. Al revisar al animal, se descubrieron dos envoltorios adheridos a su cuerpo, los cuales contenían estupefacientes.
Tras el hallazgo, las autoridades procedieron a confiscar la droga y remitieron al gato al Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) para su evaluación médica y resguardo.
Aunque no se ha revelado a qué centro penitenciario ocurrió el incidente ni quién estaría detrás de este método de contrabando, el Ministerio de Justicia calificó el caso como un nuevo ejemplo de la creatividad del crimen organizado para evadir los controles de seguridad en las cárceles.
Este tipo de prácticas no son inéditas en la región: en años recientes se han reportado casos similares en países como Panamá y Brasil, donde aves, gatos o incluso drones han sido utilizados para intentar ingresar droga o celulares a centros penales.