La Prensa: “La Pandilla 18 es la que más extorsiona en Honduras”
La tecnología se ha convertido en la mejor arma de los extorsionadores , y en una ciudad altamente productiva como San Pedro Sula, los delincuentes hayan víctimas en cada esquina. Así lo considera Jairo Ramos, jefe de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (Dipampco) en San Pedro Sula.
A su juicio, la extinta Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas-antecesora de la Dipampco y bajo el mando de los militares, falló en no perseguir la ruta del dinero de los grupos extorsivos.
Jairo Ramos, jefe regional de la Dipampco en San Pedro Sula, abordó con el equipo de LA PRENSA Premium todo el engranaje social vinculado con la operatividad de maras y pandillas.
¿Por qué ha repuntado la extorsión?
Es el intento de extorsión el que ha crecido, una cosa es recibir mensajes y llamadas por WhatsApp para amenazar y otra es que llegue alguien a su casa, le toque la puerta, le diga que es de tal mara y que le toca pagar, eso sí es extorsión.
¿Qué rubros golpea con mayor fuerza la extorsión?
A todas las empresas que tienen presencia donde estos grupos organizados operan, podríamos decir que es más que todo en zonas marginales de las ciudades, y quienes extorsionan son originarios de esos puntos, no de otros lugares. Los delincuentes no ven atractivo extorsionar a grandes empresas porque cuentan con equipos de seguridad, pero a quienes sí afectan es a los mercaditos, billares, pulperías y otros medianos y pequeños negocios.
A raíz de la pandemia, muchos emprendedores publicaron en redes sociales sus contactos para conseguir clientes y sobrevivir, entonces, estos números fueron utilizados para extorsionar.
No cabe duda que la extorsión está en los sitios más productivos como San Pedro Sula, Choloma, Puerto Cortés y Omoa. En este último lugar tuvimos incidencia de intento de extorsión contra algunos hoteles y restaurantes.
¿Qué bandas continúan extorsionando?
La Pandilla 18 y Mara Salvatrucha que están en las zonas bajas de las grandes ciudades, por ejemplo en Choloma también estas mismas estructuras se dedican al comercio de droga. De igual manera tenemos Los Iluminati, Los Chirizos y otros, pero hoy en día hay muchas capturas de sus miembros.
En las zonas externas a las ciudades tenemos muchas llamadas por WhatsApp a sus víctimas, y cuando estas no están acostumbradas a lidiar con ellos entran en pánico, y sino son asesoradas terminan por pagar. En el interior del país, por ejemplo, la MS-13 dejó a un lado el comercio de drogas porque vieron que era más rentable la extorsión.
Cuando los capturamos miramos que tienen hasta abogados que inferimos trabajan directamente con ellos porque son los mismos que aparecen en los procesos judiciales. Estas organizaciones contratan a jóvenes que no tuvieron la supervisión de sus padres, que consumían sustancias lícitas y abandonaron la escuela, entonces esta gente decide acogerlos.
¿Cómo es posible que aún extorsionen desde las prisiones?
En las cárceles tenemos hasta cuatro generaciones de pandilleros que operaban desde hace 30 años o más, mientras que en las calles hay muchachitos que son de la tercera y cuarta generación. Los que capturamos últimamente son personas responsables en sectores como distribuidores, reclutadores y sicarios. Envían a intermediarios a través de visitas en las cárceles, sea mujeres o abogados y desde allí también envían razones, eso genera una operatividad fuerte afuera.
¿Cuánto dinero se mueve de por medio?
Es subjetivo, pero son cantidades importantes. Hasta noviembre de este año contabilizamos 104 detenidos, la mayoría eran de la Pandilla 18, seguidos de la MS-13 y unos pocos que operan en grupos independientes. Se reportó 100,000 lempiras en decomisos a nivel regional y aproximadamente se evitó de pagar 20 millones de lempiras, más otros que dejan de pagar.
¿Ha aumentado el uso de menores y mujeres?
A niños los usan para observancia, banderear, ir a dejar notas, teléfonos y recibir entregas. Mientras que las mujeres participan más en distribuir droga, mover dinero e ir a las cárceles.
¿Cómo logran lavar el dinero que reciben?
Inyectan dinero a una serie de rubros comerciales en el país, dinero que está en cuentas de banco. Desde el momento que llaman, exigen dinero, dan una clave, un nombre y cuenta es porque mueven dinero ilegal.
¿Quiénes extorsionan más en Honduras?
Según la cantidad de personas capturadas, la que más extorsiona es la Pandilla 18, que representó a noviembre el 50% de los arrestados, mientras que la Mara Salvatrucha un 34% y los independientes un 16%.
¿Cómo están las investigaciones de personas muertas que en su momento vincularon con la extorsión?
Todo caso es distinto, hay personas que han muerto por otras situaciones, no solo por extorsión.
¿Ustedes protegen a las víctimas?
No, quienes vienen solo figuran como un proceso normal, pero con el delito de extorsión la identidad de la persona está protegida.
Durante años se ha cuestionado el accionar de algunos agentes antimaras por su presunta confabulación con las pandillas ¿mete las manos al fuego por sus hombres, comisario?
Así es, son personas altamente entrenadas y que fueron escogidas por mí. Eso es lo que quieren infundir las estructuras, de no confiar en su Policía.
La tecnología se ha convertido en la mejor arma de los extorsionadores , y en una ciudad altamente productiva como San Pedro Sula, los delincuentes hayan víctimas en cada esquina. Así lo considera Jairo Ramos, jefe de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (Dipampco) en San Pedro Sula.
A su juicio, la extinta Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas-antecesora de la Dipampco y bajo el mando de los militares, falló en no perseguir la ruta del dinero de los grupos extorsivos.
Jairo Ramos, jefe regional de la Dipampco en San Pedro Sula, abordó con el equipo de LA PRENSA Premium todo el engranaje social vinculado con la operatividad de maras y pandillas.
¿Por qué ha repuntado la extorsión?
Es el intento de extorsión el que ha crecido, una cosa es recibir mensajes y llamadas por WhatsApp para amenazar y otra es que llegue alguien a su casa, le toque la puerta, le diga que es de tal mara y que le toca pagar, eso sí es extorsión.
¿Qué rubros golpea con mayor fuerza la extorsión?
A todas las empresas que tienen presencia donde estos grupos organizados operan, podríamos decir que es más que todo en zonas marginales de las ciudades, y quienes extorsionan son originarios de esos puntos, no de otros lugares. Los delincuentes no ven atractivo extorsionar a grandes empresas porque cuentan con equipos de seguridad, pero a quienes sí afectan es a los mercaditos, billares, pulperías y otros medianos y pequeños negocios.
A raíz de la pandemia, muchos emprendedores publicaron en redes sociales sus contactos para conseguir clientes y sobrevivir, entonces, estos números fueron utilizados para extorsionar.
No cabe duda que la extorsión está en los sitios más productivos como San Pedro Sula, Choloma, Puerto Cortés y Omoa. En este último lugar tuvimos incidencia de intento de extorsión contra algunos hoteles y restaurantes.
¿Qué bandas continúan extorsionando?
La Pandilla 18 y Mara Salvatrucha que están en las zonas bajas de las grandes ciudades, por ejemplo en Choloma también estas mismas estructuras se dedican al comercio de droga. De igual manera tenemos Los Iluminati, Los Chirizos y otros, pero hoy en día hay muchas capturas de sus miembros.
En las zonas externas a las ciudades tenemos muchas llamadas por WhatsApp a sus víctimas, y cuando estas no están acostumbradas a lidiar con ellos entran en pánico, y sino son asesoradas terminan por pagar. En el interior del país, por ejemplo, la MS-13 dejó a un lado el comercio de drogas porque vieron que era más rentable la extorsión.
Cuando los capturamos miramos que tienen hasta abogados que inferimos trabajan directamente con ellos porque son los mismos que aparecen en los procesos judiciales. Estas organizaciones contratan a jóvenes que no tuvieron la supervisión de sus padres, que consumían sustancias lícitas y abandonaron la escuela, entonces esta gente decide acogerlos.
¿Cómo es posible que aún extorsionen desde las prisiones?
En las cárceles tenemos hasta cuatro generaciones de pandilleros que operaban desde hace 30 años o más, mientras que en las calles hay muchachitos que son de la tercera y cuarta generación. Los que capturamos últimamente son personas responsables en sectores como distribuidores, reclutadores y sicarios. Envían a intermediarios a través de visitas en las cárceles, sea mujeres o abogados y desde allí también envían razones, eso genera una operatividad fuerte afuera.
¿Cuánto dinero se mueve de por medio?
Es subjetivo, pero son cantidades importantes. Hasta noviembre de este año contabilizamos 104 detenidos, la mayoría eran de la Pandilla 18, seguidos de la MS-13 y unos pocos que operan en grupos independientes. Se reportó 100,000 lempiras en decomisos a nivel regional y aproximadamente se evitó de pagar 20 millones de lempiras, más otros que dejan de pagar.
¿Ha aumentado el uso de menores y mujeres?
A niños los usan para observancia, banderear, ir a dejar notas, teléfonos y recibir entregas. Mientras que las mujeres participan más en distribuir droga, mover dinero e ir a las cárceles.
¿Cómo logran lavar el dinero que reciben?
Inyectan dinero a una serie de rubros comerciales en el país, dinero que está en cuentas de banco. Desde el momento que llaman, exigen dinero, dan una clave, un nombre y cuenta es porque mueven dinero ilegal.
¿Quiénes extorsionan más en Honduras?
Según la cantidad de personas capturadas, la que más extorsiona es la Pandilla 18, que representó a noviembre el 50% de los arrestados, mientras que la Mara Salvatrucha un 34% y los independientes un 16%.
¿Cómo están las investigaciones de personas muertas que en su momento vincularon con la extorsión?
Todo caso es distinto, hay personas que han muerto por otras situaciones, no solo por extorsión.
¿Ustedes protegen a las víctimas?
No, quienes vienen solo figuran como un proceso normal, pero con el delito de extorsión la identidad de la persona está protegida.
Durante años se ha cuestionado el accionar de algunos agentes antimaras por su presunta confabulación con las pandillas ¿mete las manos al fuego por sus hombres, comisario?
Así es, son personas altamente entrenadas y que fueron escogidas por mí. Eso es lo que quieren infundir las estructuras, de no confiar en su Policía.