El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, solicitará este lunes un aumento masivo en las capacidades de defensa aérea y antimisiles de la alianza, proponiendo un incremento del 400 % frente a la creciente amenaza militar de Rusia. La propuesta se presentará en un discurso en el prestigioso grupo de expertos Chatham House, en Londres, como antesala a la cumbre de la OTAN que se celebrará este mes en los Países Bajos.
“Vemos en Ucrania cómo Rusia siembra el terror desde el aire, por lo que reforzaremos el escudo que protege nuestros cielos”, dirá Rutte, según extractos anticipados del discurso. Además, subrayará que para mantener una disuasión y defensa creíbles, la OTAN necesita un “salto cualitativo” en sus capacidades militares.
El anuncio llega en un contexto de tensión creciente entre la alianza atlántica y el Kremlin. Desde Moscú, el portavoz presidencial Dmitry Peskov calificó la propuesta como una muestra de que la OTAN “se está convirtiendo en un instrumento de agresión y confrontación”.
Rutte también tiene previsto reunirse este lunes con el primer ministro británico, Keir Starmer, en Downing Street. Será su segunda reunión desde que Starmer asumió el poder en julio de 2024. Ambos líderes discutirán el fortalecimiento de la seguridad europea y el papel estratégico del Reino Unido en la OTAN.
La cumbre de La Haya marcará un momento decisivo, ya que Estados Unidos, bajo el liderazgo del presidente Donald Trump, está presionando a los países miembros para aumentar sus presupuestos de defensa al 5 % del PIB, superando con creces el objetivo actual del 2 %. El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, indicó recientemente en Bruselas que un consenso sobre este nuevo umbral podría alcanzarse durante la cumbre.
Desde la invasión rusa a Ucrania en 2022, la OTAN ha intensificado sus inversiones en capacidades defensivas. Rutte advirtió que “el peligro no desaparecerá incluso cuando termine la guerra en Ucrania”, y destacó la necesidad de más vehículos blindados, tanques y millones de proyectiles de artillería.
El Reino Unido ya ha respondido a estas amenazas con el anuncio de la construcción de hasta 12 submarinos de ataque de propulsión nuclear y seis nuevas fábricas de municiones. El gobierno británico también se ha comprometido a aumentar su gasto en defensa al 2,5 % del PIB para 2027, aunque sin detallar un calendario claro para llegar al 5 % propuesto por Estados Unidos.
“La OTAN tiene que convertirse en una alianza más fuerte, más justa y más letal”, insistirá Rutte durante su intervención, en un claro llamado a la transformación profunda del sistema de defensa colectivo ante una era de amenazas persistentes.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, solicitará este lunes un aumento masivo en las capacidades de defensa aérea y antimisiles de la alianza, proponiendo un incremento del 400 % frente a la creciente amenaza militar de Rusia. La propuesta se presentará en un discurso en el prestigioso grupo de expertos Chatham House, en Londres, como antesala a la cumbre de la OTAN que se celebrará este mes en los Países Bajos.
“Vemos en Ucrania cómo Rusia siembra el terror desde el aire, por lo que reforzaremos el escudo que protege nuestros cielos”, dirá Rutte, según extractos anticipados del discurso. Además, subrayará que para mantener una disuasión y defensa creíbles, la OTAN necesita un “salto cualitativo” en sus capacidades militares.
El anuncio llega en un contexto de tensión creciente entre la alianza atlántica y el Kremlin. Desde Moscú, el portavoz presidencial Dmitry Peskov calificó la propuesta como una muestra de que la OTAN “se está convirtiendo en un instrumento de agresión y confrontación”.
Rutte también tiene previsto reunirse este lunes con el primer ministro británico, Keir Starmer, en Downing Street. Será su segunda reunión desde que Starmer asumió el poder en julio de 2024. Ambos líderes discutirán el fortalecimiento de la seguridad europea y el papel estratégico del Reino Unido en la OTAN.
La cumbre de La Haya marcará un momento decisivo, ya que Estados Unidos, bajo el liderazgo del presidente Donald Trump, está presionando a los países miembros para aumentar sus presupuestos de defensa al 5 % del PIB, superando con creces el objetivo actual del 2 %. El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, indicó recientemente en Bruselas que un consenso sobre este nuevo umbral podría alcanzarse durante la cumbre.
Desde la invasión rusa a Ucrania en 2022, la OTAN ha intensificado sus inversiones en capacidades defensivas. Rutte advirtió que “el peligro no desaparecerá incluso cuando termine la guerra en Ucrania”, y destacó la necesidad de más vehículos blindados, tanques y millones de proyectiles de artillería.
El Reino Unido ya ha respondido a estas amenazas con el anuncio de la construcción de hasta 12 submarinos de ataque de propulsión nuclear y seis nuevas fábricas de municiones. El gobierno británico también se ha comprometido a aumentar su gasto en defensa al 2,5 % del PIB para 2027, aunque sin detallar un calendario claro para llegar al 5 % propuesto por Estados Unidos.
“La OTAN tiene que convertirse en una alianza más fuerte, más justa y más letal”, insistirá Rutte durante su intervención, en un claro llamado a la transformación profunda del sistema de defensa colectivo ante una era de amenazas persistentes.