La belleza del día: “Primavera” de Lawrence Alma-Tadema
Lawrence Alma-Tadema (1836-1912) nació en Bélgica y se convirtió en uno de los artistas victorianos más populares, aunque con el tiempo su estilo y temática -la decadencia del imperio romano y el antiguo Egipto- se consideraron de mal gusto y su nombre desapareció rápidamente del canon hasta que se realizó una recuperación pasando mediados del siglo pasado.
“Primavera” (1894) de Lawrence Alma-Tadema, en el Getty Center Drive de Los Ángeles, Estados Unidos
A los 5 años, su padre falleció por lo que su madre se hizo cargo de su educación como la de su hermana y sus tres hermanastros. Esa tragedia produjo un giro en su vida, ya que su progenitora consideró importante que los mayores tomaran clases de dibujo. El comenzó a participar como espectador, pero su curiosidad y talento lo convirtieron en el preferido del maestro.
Por supuesto, nadie pretendía que fuera artista y se había decidido que seguiría la carrera de abogacía. Sin embargo, otra vez una desgracia que llevaría su vida en otra dirección. A los 15 fue diagnosticado como tísico y se le dieron unas semanas de vida. Se le permitió vivir sus últimos días dibujando y pintando al aire, como deseo final. Quizá, aquella experiencia salvó su vida.
Lawrence Alma-Tadema (1836-1912) nació en Bélgica y se convirtió en uno de los artistas victorianos más populares, aunque con el tiempo su estilo y temática -la decadencia del imperio romano y el antiguo Egipto- se consideraron de mal gusto y su nombre desapareció rápidamente del canon hasta que se realizó una recuperación pasando mediados del siglo pasado.
“Primavera” (1894) de Lawrence Alma-Tadema, en el Getty Center Drive de Los Ángeles, Estados Unidos
A los 5 años, su padre falleció por lo que su madre se hizo cargo de su educación como la de su hermana y sus tres hermanastros. Esa tragedia produjo un giro en su vida, ya que su progenitora consideró importante que los mayores tomaran clases de dibujo. El comenzó a participar como espectador, pero su curiosidad y talento lo convirtieron en el preferido del maestro.
Por supuesto, nadie pretendía que fuera artista y se había decidido que seguiría la carrera de abogacía. Sin embargo, otra vez una desgracia que llevaría su vida en otra dirección. A los 15 fue diagnosticado como tísico y se le dieron unas semanas de vida. Se le permitió vivir sus últimos días dibujando y pintando al aire, como deseo final. Quizá, aquella experiencia salvó su vida.