Honduras exporta primer contenedor de café que cumple normativa europea contra la deforestación
Honduras ha logrado un hito en su industria cafetalera al exportar el primer contenedor de café que cumple con el nuevo Reglamento sobre la Deforestación de la Unión Europea (EUDR), marcando un avance significativo hacia cadenas de suministro más sostenibles, inclusivas y tecnológicamente trazables.
El envío incluyó 457 quintales (20,7 toneladas) de café arábica producido por pequeños agricultores de los departamentos de Lempira y Santa Bárbara, regiones tradicionalmente marginadas de los sistemas globales de certificación. El café fue exportado hacia Europa, mercado que representa más del 50 % de las exportaciones de café del país.
El logro fue posible gracias a una alianza estratégica entre caficultores, empresas nacionales, plataformas tecnológicas, instituciones financieras y organismos internacionales de cooperación técnica. Entre ellos destacan Becamo, GrainChain, Permarobotics, Confianza SA-FGR, el Instituto Hondureño del Café (IHCAFE) y la Alianza Bioversity International – CIAT.
“Este hito demuestra que sí es posible cumplir con la legislación europea sin dejar atrás a los pequeños productores”, declaró Carolin Ehrensperger, de Neumann Kaffee Gruppe, resaltando que el uso de software de código abierto permitió reducir costos y proteger la privacidad de los agricultores.
La trazabilidad se logró mediante la plataforma digital TraceFoodChain, desarrollada por Permarobotics y donada al proyecto AgStack de la Fundación Linux, que fue integrada con el sistema OSapiens utilizado por el exportador Becamo. La interoperabilidad entre ambas tecnologías aseguró el cumplimiento del EUDR, normativa que entrará en vigor en junio de 2026.
Desde Europa, el Dr. Christian Hennig, director de Permarobotics, subrayó: “Las normas contra la deforestación son necesarias, pero nosotros también debemos formar parte de la solución”.
La experiencia hondureña es vista como un modelo replicable a nivel global para garantizar la inclusión de pequeños productores en el comercio internacional responsable y adaptado a las exigencias ambientales del siglo XXI.
Honduras ha logrado un hito en su industria cafetalera al exportar el primer contenedor de café que cumple con el nuevo Reglamento sobre la Deforestación de la Unión Europea (EUDR), marcando un avance significativo hacia cadenas de suministro más sostenibles, inclusivas y tecnológicamente trazables.
El envío incluyó 457 quintales (20,7 toneladas) de café arábica producido por pequeños agricultores de los departamentos de Lempira y Santa Bárbara, regiones tradicionalmente marginadas de los sistemas globales de certificación. El café fue exportado hacia Europa, mercado que representa más del 50 % de las exportaciones de café del país.
El logro fue posible gracias a una alianza estratégica entre caficultores, empresas nacionales, plataformas tecnológicas, instituciones financieras y organismos internacionales de cooperación técnica. Entre ellos destacan Becamo, GrainChain, Permarobotics, Confianza SA-FGR, el Instituto Hondureño del Café (IHCAFE) y la Alianza Bioversity International – CIAT.
“Este hito demuestra que sí es posible cumplir con la legislación europea sin dejar atrás a los pequeños productores”, declaró Carolin Ehrensperger, de Neumann Kaffee Gruppe, resaltando que el uso de software de código abierto permitió reducir costos y proteger la privacidad de los agricultores.
La trazabilidad se logró mediante la plataforma digital TraceFoodChain, desarrollada por Permarobotics y donada al proyecto AgStack de la Fundación Linux, que fue integrada con el sistema OSapiens utilizado por el exportador Becamo. La interoperabilidad entre ambas tecnologías aseguró el cumplimiento del EUDR, normativa que entrará en vigor en junio de 2026.
Desde Europa, el Dr. Christian Hennig, director de Permarobotics, subrayó: “Las normas contra la deforestación son necesarias, pero nosotros también debemos formar parte de la solución”.
La experiencia hondureña es vista como un modelo replicable a nivel global para garantizar la inclusión de pequeños productores en el comercio internacional responsable y adaptado a las exigencias ambientales del siglo XXI.