Honduras enfrentaría fuerte impacto económico si Trump aplica impuesto del 3.5 % a remesas
El impuesto del 3,5 % a las remesas que impulsa el presidente de EE.UU., Donald Trump, amenaza con recortar miles de millones de dólares a economías como la de Honduras, donde las remesas suponen el 26,8 % del PIB, o la de México, que en 2024 recibió casi 65.000 millones en estos envíos, Guatemala, El Salvador y Nicaragua también figuran entre los países más expuestos.
Estados Unidos mantiene en debate legislativo la aplicación de un impuesto del 3,5 % sobre las remesas enviadas desde su territorio. La Cámara de Representantes ya dio su aprobación, y la iniciativa espera ahora el voto del Senado. La medida impactaría directamente en países de América Latina y el Caribe, donde estos envíos constituyen una fuente clave de ingresos nacionales y familiares.
Este impuesto afectaría a las remesas enviadas por personas que no son ciudadanos ni nacionales estadounidenses, incluidos residentes permanentes y titulares de visas de trabajo. Los ciudadanos estadounidenses estarían exentos, siempre que utilicen proveedores de transferencias de remesas calificados y verifiquen su estatus.
El impuesto entraría en vigor el 1 de enero de 2026, si es aprobado por el Senado y promulgado por el presidente. Se estima que podría generar ingresos por aproximadamente 22.000 millones de dólares entre 2026 y 2034.
En Honduras, la dependencia de remesas es alta: el 26,8 % del PIB proviene de las remesas. En 2022, los hondureños recibieron 8.485 millones de dólares, y solo entre enero y abril de 2025 la suma ascendió a 3.608,9 millones, un incremento del 20,9 % respecto al mismo periodo del año anterior. El impacto anual estimado del impuesto sería de unos 275 millones de dólares. Más de 1,8 millones de hondureños viven en Estados Unidos.
*Con información de agencia EFE
El impuesto del 3,5 % a las remesas que impulsa el presidente de EE.UU., Donald Trump, amenaza con recortar miles de millones de dólares a economías como la de Honduras, donde las remesas suponen el 26,8 % del PIB, o la de México, que en 2024 recibió casi 65.000 millones en estos envíos, Guatemala, El Salvador y Nicaragua también figuran entre los países más expuestos.
Estados Unidos mantiene en debate legislativo la aplicación de un impuesto del 3,5 % sobre las remesas enviadas desde su territorio. La Cámara de Representantes ya dio su aprobación, y la iniciativa espera ahora el voto del Senado. La medida impactaría directamente en países de América Latina y el Caribe, donde estos envíos constituyen una fuente clave de ingresos nacionales y familiares.
Este impuesto afectaría a las remesas enviadas por personas que no son ciudadanos ni nacionales estadounidenses, incluidos residentes permanentes y titulares de visas de trabajo. Los ciudadanos estadounidenses estarían exentos, siempre que utilicen proveedores de transferencias de remesas calificados y verifiquen su estatus.
El impuesto entraría en vigor el 1 de enero de 2026, si es aprobado por el Senado y promulgado por el presidente. Se estima que podría generar ingresos por aproximadamente 22.000 millones de dólares entre 2026 y 2034.
En Honduras, la dependencia de remesas es alta: el 26,8 % del PIB proviene de las remesas. En 2022, los hondureños recibieron 8.485 millones de dólares, y solo entre enero y abril de 2025 la suma ascendió a 3.608,9 millones, un incremento del 20,9 % respecto al mismo periodo del año anterior. El impacto anual estimado del impuesto sería de unos 275 millones de dólares. Más de 1,8 millones de hondureños viven en Estados Unidos.
*Con información de agencia EFE