Honduras enfrenta déficit alimentario: necesita 40 millones de quintales de granos al año
Honduras requiere cerca de 40 millones de quintales de granos básicos al año para cubrir el consumo interno de su población, una cifra que evidencia la brecha estructural entre la producción nacional y la demanda, según advirtió el exdirector ejecutivo de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (FENAGH), Guillermo Cerritos.
El especialista detalló que el caso más crítico es el del arroz, donde la demanda nacional oscila entre 4.5 y 5 millones de quintales anuales, pero la producción local apenas alcanza el 10 %, debido a factores como altos aranceles, escaso apoyo técnico y una fuerte dependencia del mercado internacional.
Producción e importaciones: un balance delicado
En el caso del maíz blanco, principal alimento en la dieta hondureña, Cerritos indicó que la producción nacional ronda entre 13 y 15 millones de quintales, pero el año pasado se importaron 4 millones más para cubrir una demanda estimada de 17 a 19 millones de quintales.
Para el frijol, la producción interna ha mantenido niveles de 2.5 a 3 millones de quintales anuales, mientras que las importaciones alcanzaron el medio millón de quintales en 2024, elevando la demanda real a más de 3.5 millones de quintales.
“La suma de estos tres productos clave nos acerca a una necesidad nacional de casi 40 millones de quintales de granos básicos al año, lo cual debería encender las alarmas para comenzar a prepararnos y asegurar la soberanía alimentaria”, advirtió Cerritos.
Llamado urgente a fortalecer la producción nacional
El exdirectivo de FENAGH subrayó que es urgente revisar la política arancelaria, mejorar el acceso al crédito agrícola y fortalecer el apoyo técnico a los pequeños productores, si se busca reducir la dependencia de las importaciones y garantizar la seguridad alimentaria de los hondureños.
En un contexto de crecimiento poblacional, cambio climático y volatilidad en los precios internacionales, expertos consideran que invertir en el agro hondureño no solo es una necesidad económica, sino una prioridad estratégica.
Honduras requiere cerca de 40 millones de quintales de granos básicos al año para cubrir el consumo interno de su población, una cifra que evidencia la brecha estructural entre la producción nacional y la demanda, según advirtió el exdirector ejecutivo de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (FENAGH), Guillermo Cerritos.
El especialista detalló que el caso más crítico es el del arroz, donde la demanda nacional oscila entre 4.5 y 5 millones de quintales anuales, pero la producción local apenas alcanza el 10 %, debido a factores como altos aranceles, escaso apoyo técnico y una fuerte dependencia del mercado internacional.
Producción e importaciones: un balance delicado
En el caso del maíz blanco, principal alimento en la dieta hondureña, Cerritos indicó que la producción nacional ronda entre 13 y 15 millones de quintales, pero el año pasado se importaron 4 millones más para cubrir una demanda estimada de 17 a 19 millones de quintales.
Para el frijol, la producción interna ha mantenido niveles de 2.5 a 3 millones de quintales anuales, mientras que las importaciones alcanzaron el medio millón de quintales en 2024, elevando la demanda real a más de 3.5 millones de quintales.
“La suma de estos tres productos clave nos acerca a una necesidad nacional de casi 40 millones de quintales de granos básicos al año, lo cual debería encender las alarmas para comenzar a prepararnos y asegurar la soberanía alimentaria”, advirtió Cerritos.
Llamado urgente a fortalecer la producción nacional
El exdirectivo de FENAGH subrayó que es urgente revisar la política arancelaria, mejorar el acceso al crédito agrícola y fortalecer el apoyo técnico a los pequeños productores, si se busca reducir la dependencia de las importaciones y garantizar la seguridad alimentaria de los hondureños.
En un contexto de crecimiento poblacional, cambio climático y volatilidad en los precios internacionales, expertos consideran que invertir en el agro hondureño no solo es una necesidad económica, sino una prioridad estratégica.