Harvard no cede ante la presión de Trump y se niega a aceptar sus exigencias: "Socavan la libertad"
La Universidad de Harvard han rechazado este lunes las exigencias de la Administración Trump que demandan al campus "medidas para erradicar el antisemetismo", tras las manifestaciones contra la guerra en Gaza celebradas en sus instalaciones durante el mes de abril del año 2024. El Gobierno estadounidense también exige la eliminación de todos los programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) de sus políticas, al considerar que las admisiones deben realizarse únicamente "por méritos". En consecuencia, la Casa Blanca ha amenazado con retirar hasta 9.000 millones de dólares en subvenciones y contratos federales si la Universidad no cedía a modificar aquellas iniciativas que, según sus acusaciones, “alimentan el acoso antisemita”.
En una misiva, los abogados de la Universidad señalaron que no es negociable "la independencia de la Universidad" ni sus derechos constitucionales. “Ni Harvard ni ninguna otra universidad privada pueden permitirse ser absorbidas por el gobierno federal”. Además, sus abogados aseguran que la Universidad lleva trabajando desde hace 15 meses para erradicar los mensajes antisemitas. "En consecuencia, Harvard está en una situación muy diferente a la de hace un año" pero Trump "ignora los esfuerzos de Harvard y presenta exigencias que, en contradicción con la primera enmienda, socavan la libertad de las universidades garantizada desde hace tiempo por la Corte Suprema".
"Harvard sigue abierta al diálogo sobre lo que la universidad ha hecho y tiene previsto hacer para mejorar la experiencia de todos los miembros de su comunidad. Pero Harvard no está dispuesta a aceptar demandas que vayan más allá de la autoridad legal de esta o cualquier otra administración", concluyen.
La Universidad, ubicada en Boston, es el primer centro educativo que rechaza abiertamente las exigencias de Trump, a pesar de que sería una de las más afectadas al arriesgarse a perder los 9.000 millones de dólares. En este contexto, el presidente interino de Harvard, Alan Garber, denunció que la administración Trump había exigido nuevas condiciones para mantener el financiamiento federal, que van más allá de las solicitudes anteriores exigidas a principios de mes y que suponen, en su opinión, una intromisión directa en la autonomía universitaria. En un comunicado difundido en la web de la universidad, Garber explicó que "si se detiene esta financiación, se detendrá la investigación que salva vidas y se pondrá en peligro la innovación científica".
Desde la celebración de varias protestas estudiantiles contra los indiscriminados ataques israelíes en Gaza — que ya fueron criticadas durante la Administración de Biden —, el campus se ha convertido en un blanco para el Gobierno republicano.
La Universidad de Harvard han rechazado este lunes las exigencias de la Administración Trump que demandan al campus "medidas para erradicar el antisemetismo", tras las manifestaciones contra la guerra en Gaza celebradas en sus instalaciones durante el mes de abril del año 2024. El Gobierno estadounidense también exige la eliminación de todos los programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) de sus políticas, al considerar que las admisiones deben realizarse únicamente "por méritos". En consecuencia, la Casa Blanca ha amenazado con retirar hasta 9.000 millones de dólares en subvenciones y contratos federales si la Universidad no cedía a modificar aquellas iniciativas que, según sus acusaciones, “alimentan el acoso antisemita”.
En una misiva, los abogados de la Universidad señalaron que no es negociable "la independencia de la Universidad" ni sus derechos constitucionales. “Ni Harvard ni ninguna otra universidad privada pueden permitirse ser absorbidas por el gobierno federal”. Además, sus abogados aseguran que la Universidad lleva trabajando desde hace 15 meses para erradicar los mensajes antisemitas. "En consecuencia, Harvard está en una situación muy diferente a la de hace un año" pero Trump "ignora los esfuerzos de Harvard y presenta exigencias que, en contradicción con la primera enmienda, socavan la libertad de las universidades garantizada desde hace tiempo por la Corte Suprema".
"Harvard sigue abierta al diálogo sobre lo que la universidad ha hecho y tiene previsto hacer para mejorar la experiencia de todos los miembros de su comunidad. Pero Harvard no está dispuesta a aceptar demandas que vayan más allá de la autoridad legal de esta o cualquier otra administración", concluyen.
La Universidad, ubicada en Boston, es el primer centro educativo que rechaza abiertamente las exigencias de Trump, a pesar de que sería una de las más afectadas al arriesgarse a perder los 9.000 millones de dólares. En este contexto, el presidente interino de Harvard, Alan Garber, denunció que la administración Trump había exigido nuevas condiciones para mantener el financiamiento federal, que van más allá de las solicitudes anteriores exigidas a principios de mes y que suponen, en su opinión, una intromisión directa en la autonomía universitaria. En un comunicado difundido en la web de la universidad, Garber explicó que "si se detiene esta financiación, se detendrá la investigación que salva vidas y se pondrá en peligro la innovación científica".
Desde la celebración de varias protestas estudiantiles contra los indiscriminados ataques israelíes en Gaza — que ya fueron criticadas durante la Administración de Biden —, el campus se ha convertido en un blanco para el Gobierno republicano.