El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia confirmó este viernes la participación de diez binomios en las elecciones presidenciales programadas para el próximo 17 de agosto. Este anuncio se realizó en medio de una fuerte tensión social y presión de los seguidores del ex mandatario Evo Morales, cuya candidatura no fue aceptada. Debido a estas presiones, la sede para la sesión del TSE se trasladó de La Paz a Santa Cruz.
El presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, aseguró que las elecciones se llevarán a cabo, a pesar de los intentos de algunos grupos por obstaculizarlas. Durante este pleno, Hassenteufel presentó la lista oficial de las diez candidaturas habilitadas, entre las cuales se encuentra la de Andrónico Rodríguez, después de recibir la aprobación del Tribunal Constitucional. Este organismo asegura que comienza ahora el periodo para presentar impugnaciones y realizar sustituciones, según el cronograma electoral, como reportó el diario El Deber.
En total, se registraron 3.200 candidatos para las elecciones, de los cuales solo 1.180 han sido habilitados por el TSE. Mientras se eligen al Presidente y Vicepresidente de la nación, también está en juego la conformación del Congreso para el período 2025-2030.
Por parte del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), luego de que el presidente Luis Arce descartara buscar la reelección, Eduardo del Castillo, quien fuera ministro del Gobierno, ha sido seleccionado para liderar la propuesta del partido, que permanece en el poder desde hace 20 años.
La oposición, por su lado, se presenta dividida, con figuras reconocidas como el ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga y el empresario y ex ministro Samuel Doria Medina, entre otros. Ambos son conocidos por promover políticas de privatización y reformas liberales en décadas pasadas.
El contexto social en Bolivia es tenso, con fuertes protestas motivadas por la escasez de combustibles y el aumento de los precios de los alimentos, lo que ha llevado a varios sectores a pedir la renuncia de Arce. Mientras tanto, Morales continua incitando a sus seguidores a bloquear carreteras en protesta por su inhabilitación y la situación económica del país.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia confirmó este viernes la participación de diez binomios en las elecciones presidenciales programadas para el próximo 17 de agosto. Este anuncio se realizó en medio de una fuerte tensión social y presión de los seguidores del ex mandatario Evo Morales, cuya candidatura no fue aceptada. Debido a estas presiones, la sede para la sesión del TSE se trasladó de La Paz a Santa Cruz.
El presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, aseguró que las elecciones se llevarán a cabo, a pesar de los intentos de algunos grupos por obstaculizarlas. Durante este pleno, Hassenteufel presentó la lista oficial de las diez candidaturas habilitadas, entre las cuales se encuentra la de Andrónico Rodríguez, después de recibir la aprobación del Tribunal Constitucional. Este organismo asegura que comienza ahora el periodo para presentar impugnaciones y realizar sustituciones, según el cronograma electoral, como reportó el diario El Deber.
En total, se registraron 3.200 candidatos para las elecciones, de los cuales solo 1.180 han sido habilitados por el TSE. Mientras se eligen al Presidente y Vicepresidente de la nación, también está en juego la conformación del Congreso para el período 2025-2030.
Por parte del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), luego de que el presidente Luis Arce descartara buscar la reelección, Eduardo del Castillo, quien fuera ministro del Gobierno, ha sido seleccionado para liderar la propuesta del partido, que permanece en el poder desde hace 20 años.
La oposición, por su lado, se presenta dividida, con figuras reconocidas como el ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga y el empresario y ex ministro Samuel Doria Medina, entre otros. Ambos son conocidos por promover políticas de privatización y reformas liberales en décadas pasadas.
El contexto social en Bolivia es tenso, con fuertes protestas motivadas por la escasez de combustibles y el aumento de los precios de los alimentos, lo que ha llevado a varios sectores a pedir la renuncia de Arce. Mientras tanto, Morales continua incitando a sus seguidores a bloquear carreteras en protesta por su inhabilitación y la situación económica del país.