Condenan a pandilleros de la 18 por quitarle la vida a sus propios líderes en cárcel de Támara
Cuatro miembros activos de la Pandilla 18 fueron declarados culpables por el asesinato de tres de sus propios líderes dentro de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, en un caso que evidencia conflictos internos al interior de la organización criminal.
El crimen ocurrió el 18 de febrero de 2024 en el módulo de máxima seguridad, donde los líderes Norlin Alcides Ardón Varela alias “Lucifer”, Mario René Díaz Gómez alias “Cuervo” y José Virgilio Sánchez Montoya alias “Pechocho” fueron estrangulados por sus compañeros de pandilla.
Los responsables, Olvin Reynaldo Arriaga Baca (“Porking”), Héctor Manuel Pineda (“Calabera”), Breayan Leonel Ordoñez Centeno (“Luger”) y Rudy Alberto Rodríguez (“Tinkers”), ya estaban privados de libertad por otros delitos, pero coordinaron la operación desde el interior del penal.
Según la Fiscalía Especial de Delitos contra la Vida, el ataque fue resultado de desacuerdos sobre el control y las decisiones estratégicas dentro de la pandilla. Los condenados planearon el crimen con anticipación, aprovechando un momento de rutina carcelaria para ejecutar la purga sin utilizar armas de fuego.
Durante el juicio, la Fiscalía explicó que el asesinato fue producto de un "concierto previo", es decir, una planificación deliberada por parte de los condenados, quienes esperaron el momento oportuno mientras otros reclusos realizaban actividades de limpieza y recreación.
Los jueces de la Sala II del Tribunal de Sentencia con Competencia Nacional emitieron el fallo de culpabilidad por los delitos de asesinato y asociación para delinquir, la audiencia de individualización de pena se ha programado para el próximo 3 de septiembre.
Cuatro miembros activos de la Pandilla 18 fueron declarados culpables por el asesinato de tres de sus propios líderes dentro de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, en un caso que evidencia conflictos internos al interior de la organización criminal.
El crimen ocurrió el 18 de febrero de 2024 en el módulo de máxima seguridad, donde los líderes Norlin Alcides Ardón Varela alias “Lucifer”, Mario René Díaz Gómez alias “Cuervo” y José Virgilio Sánchez Montoya alias “Pechocho” fueron estrangulados por sus compañeros de pandilla.
Los responsables, Olvin Reynaldo Arriaga Baca (“Porking”), Héctor Manuel Pineda (“Calabera”), Breayan Leonel Ordoñez Centeno (“Luger”) y Rudy Alberto Rodríguez (“Tinkers”), ya estaban privados de libertad por otros delitos, pero coordinaron la operación desde el interior del penal.
Según la Fiscalía Especial de Delitos contra la Vida, el ataque fue resultado de desacuerdos sobre el control y las decisiones estratégicas dentro de la pandilla. Los condenados planearon el crimen con anticipación, aprovechando un momento de rutina carcelaria para ejecutar la purga sin utilizar armas de fuego.
Durante el juicio, la Fiscalía explicó que el asesinato fue producto de un "concierto previo", es decir, una planificación deliberada por parte de los condenados, quienes esperaron el momento oportuno mientras otros reclusos realizaban actividades de limpieza y recreación.
Los jueces de la Sala II del Tribunal de Sentencia con Competencia Nacional emitieron el fallo de culpabilidad por los delitos de asesinato y asociación para delinquir, la audiencia de individualización de pena se ha programado para el próximo 3 de septiembre.