Las autoridades hondureñas deben tomar medidas efectivas para garantizar la seguridad en Olancho y asegurar que los hechos violentos no queden impunes, expresó Wendy Juárez, Delegada del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) en este departamento.
Olancho se destaca como uno de los departamentos con los índices de homicidios más altos del país, acumulando más de 1,500 muertes violentas entre 2020 y octubre de 2024. Las cifras indican una tendencia alarmante: 290 homicidios en 2020, 341 en 2021, 355 en 2022, 309 en 2023 y alrededor de 250 en lo que va del presente año.
Catacamas y Juticalpa, dos de los 23 municipios de Olancho, concentran más del 51% de los homicidios ocurridos en el departamento, manteniéndose en la lista de los diez municipios con más muertes violentas en Honduras desde 2020. En 2023, Catacamas ocupó el sexto lugar a nivel nacional con 81 homicidios, mientras que Juticalpa se posicionó en el décimo con 69 muertes violentas. Ambos municipios fueron superados únicamente por el Distrito Central, San Pedro Sula, Choloma, Tocoa y Comayagua.
Juárez enfatizó la necesidad de que las autoridades ofrezcan respuestas y seguridad a la población, especialmente para proteger las actividades de los emprendedores locales que generan empleo y contribuyen al desarrollo económico de sus comunidades.
“La población está pidiendo respuestas para esclarecer los hechos violentos en el departamento, y es fundamental que se sancione a los responsables para frenar la impunidad,” declaró Juárez. Además, advirtió que se aproximan periodos de alta actividad económica en el comercio, lo que requiere un entorno de tranquilidad para el adecuado desarrollo de estas actividades.
Desde el CONADEH, Juárez subrayó el compromiso de defender los derechos humanos en la región, con el anhelo de reducir las muertes violentas y asegurar que todos los habitantes, hombres y mujeres, puedan vivir en un entorno digno.
Las autoridades hondureñas deben tomar medidas efectivas para garantizar la seguridad en Olancho y asegurar que los hechos violentos no queden impunes, expresó Wendy Juárez, Delegada del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) en este departamento.
Olancho se destaca como uno de los departamentos con los índices de homicidios más altos del país, acumulando más de 1,500 muertes violentas entre 2020 y octubre de 2024. Las cifras indican una tendencia alarmante: 290 homicidios en 2020, 341 en 2021, 355 en 2022, 309 en 2023 y alrededor de 250 en lo que va del presente año.
Catacamas y Juticalpa, dos de los 23 municipios de Olancho, concentran más del 51% de los homicidios ocurridos en el departamento, manteniéndose en la lista de los diez municipios con más muertes violentas en Honduras desde 2020. En 2023, Catacamas ocupó el sexto lugar a nivel nacional con 81 homicidios, mientras que Juticalpa se posicionó en el décimo con 69 muertes violentas. Ambos municipios fueron superados únicamente por el Distrito Central, San Pedro Sula, Choloma, Tocoa y Comayagua.
Juárez enfatizó la necesidad de que las autoridades ofrezcan respuestas y seguridad a la población, especialmente para proteger las actividades de los emprendedores locales que generan empleo y contribuyen al desarrollo económico de sus comunidades.
“La población está pidiendo respuestas para esclarecer los hechos violentos en el departamento, y es fundamental que se sancione a los responsables para frenar la impunidad,” declaró Juárez. Además, advirtió que se aproximan periodos de alta actividad económica en el comercio, lo que requiere un entorno de tranquilidad para el adecuado desarrollo de estas actividades.
Desde el CONADEH, Juárez subrayó el compromiso de defender los derechos humanos en la región, con el anhelo de reducir las muertes violentas y asegurar que todos los habitantes, hombres y mujeres, puedan vivir en un entorno digno.