Carlos III inicia visita oficial a Canadá en medio de tensiones por amenazas de anexión de Trump
El rey Carlos III y la reina Camila iniciaron este lunes su primera visita oficial a Canadá como monarcas del país, en una gira marcada por el simbolismo histórico y un trasfondo geopolítico tenso, debido a las recientes amenazas del presidente estadounidense Donald Trump sobre una posible anexión territorial.
La pareja real fue recibida con honores en el aeropuerto de Ottawa por la gobernadora general Mary Simon y el primer ministro canadiense, Mark Carney. También estuvieron presentes líderes de los tres principales pueblos indígenas de Canadá, en un gesto de inclusión cultural y reconciliación histórica.
La visita —que incluye la inauguración de la 45 legislatura del Parlamento con la lectura del Discurso del Trono por parte del rey— cobra un cariz especial tras las declaraciones de Trump, quien recientemente cuestionó la soberanía canadiense en el contexto de disputas económicas con el Gobierno de Ottawa.
En respuesta, Carney solicitó expresamente la presencia del monarca británico para reafirmar los lazos constitucionales entre Canadá y la Corona, subrayando que “la identidad canadiense no se negocia bajo presión externa”.
Durante su llegada, la reina Camila lució un broche con forma de hoja de arce que perteneció a la reina Isabel II, símbolo de continuidad y afecto hacia el país norteamericano.
La agenda del lunes incluyó una ceremonia de plantación de un árbol en Rideau Hall y la incorporación oficial de Camila al Consejo Privado para Canadá. El martes, Carlos III encabezará la apertura del Parlamento, convirtiéndose en el tercer monarca británico en hacerlo personalmente, después de su madre en 1957 y 1977.
La visita no solo refuerza los vínculos históricos entre Canadá y el Reino Unido, sino que también envía un mensaje diplomático claro: Ottawa busca reafirmar su soberanía en medio de crecientes tensiones con Washington.
El rey Carlos III y la reina Camila iniciaron este lunes su primera visita oficial a Canadá como monarcas del país, en una gira marcada por el simbolismo histórico y un trasfondo geopolítico tenso, debido a las recientes amenazas del presidente estadounidense Donald Trump sobre una posible anexión territorial.
La pareja real fue recibida con honores en el aeropuerto de Ottawa por la gobernadora general Mary Simon y el primer ministro canadiense, Mark Carney. También estuvieron presentes líderes de los tres principales pueblos indígenas de Canadá, en un gesto de inclusión cultural y reconciliación histórica.
La visita —que incluye la inauguración de la 45 legislatura del Parlamento con la lectura del Discurso del Trono por parte del rey— cobra un cariz especial tras las declaraciones de Trump, quien recientemente cuestionó la soberanía canadiense en el contexto de disputas económicas con el Gobierno de Ottawa.
En respuesta, Carney solicitó expresamente la presencia del monarca británico para reafirmar los lazos constitucionales entre Canadá y la Corona, subrayando que “la identidad canadiense no se negocia bajo presión externa”.
Durante su llegada, la reina Camila lució un broche con forma de hoja de arce que perteneció a la reina Isabel II, símbolo de continuidad y afecto hacia el país norteamericano.
La agenda del lunes incluyó una ceremonia de plantación de un árbol en Rideau Hall y la incorporación oficial de Camila al Consejo Privado para Canadá. El martes, Carlos III encabezará la apertura del Parlamento, convirtiéndose en el tercer monarca británico en hacerlo personalmente, después de su madre en 1957 y 1977.
La visita no solo refuerza los vínculos históricos entre Canadá y el Reino Unido, sino que también envía un mensaje diplomático claro: Ottawa busca reafirmar su soberanía en medio de crecientes tensiones con Washington.