El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga expresó su descontento con el incumplimiento por parte del gobierno en la creación de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Honduras (CICIH), un mecanismo prometido para combatir la corrupción. Durante la misa navideña en la Basílica Menor de Suyapa, en Tegucigalpa, Rodríguez criticó a los líderes políticos por mentir y no cumplir con sus compromisos.
En su intervención, el arzobispo emérito lamentó que el espíritu de la Navidad no haya tocado el corazón de muchos hondureños. Señaló que algunos no han recibido a Cristo debido a sentimientos negativos como el odio, el rencor y el resentimiento, impidiendo que el amor divino transforme sus corazones.
Rodríguez hizo un llamado a la población para reflexionar y permitir que la fe inspire cambios tanto personales como nacionales. Instó a dejar de lado la politiquería que daña al país y a centrarse en el amor divino como motor de transformación social.
Además, el cardenal criticó los privilegios de algunos sectores políticos, como los diputados, que recibieron "bonos especiales de Navidad", mientras que muchos hondureños, como los vendedores afectados por el incendio en el mercado Las Américas, enfrentan serias dificultades económicas. También mencionó el caso de los diputados que habrían recibido doble subvención sin transparencia.
Rodríguez rechazó la existencia de “clases políticas” que disfrutan de privilegios indebidos y enfatizó que los políticos deben actuar con dignidad y transparencia. Instó a priorizar el bien común y aseguró que Honduras necesita una voluntad política sincera para recuperar la confianza de la ciudadanía.
El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga expresó su descontento con el incumplimiento por parte del gobierno en la creación de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Honduras (CICIH), un mecanismo prometido para combatir la corrupción. Durante la misa navideña en la Basílica Menor de Suyapa, en Tegucigalpa, Rodríguez criticó a los líderes políticos por mentir y no cumplir con sus compromisos.
En su intervención, el arzobispo emérito lamentó que el espíritu de la Navidad no haya tocado el corazón de muchos hondureños. Señaló que algunos no han recibido a Cristo debido a sentimientos negativos como el odio, el rencor y el resentimiento, impidiendo que el amor divino transforme sus corazones.
Rodríguez hizo un llamado a la población para reflexionar y permitir que la fe inspire cambios tanto personales como nacionales. Instó a dejar de lado la politiquería que daña al país y a centrarse en el amor divino como motor de transformación social.
Además, el cardenal criticó los privilegios de algunos sectores políticos, como los diputados, que recibieron "bonos especiales de Navidad", mientras que muchos hondureños, como los vendedores afectados por el incendio en el mercado Las Américas, enfrentan serias dificultades económicas. También mencionó el caso de los diputados que habrían recibido doble subvención sin transparencia.
Rodríguez rechazó la existencia de “clases políticas” que disfrutan de privilegios indebidos y enfatizó que los políticos deben actuar con dignidad y transparencia. Instó a priorizar el bien común y aseguró que Honduras necesita una voluntad política sincera para recuperar la confianza de la ciudadanía.