Aumenta cifra de niños quemados con pólvora
La cfira de menores que han tenido que ser ingresados con quemaduras severas producto de la manipulación de pólvora ha incrementado en los últimos días.
Las celebraciones decembrinas disparan la incidencia de niños afectados por la quema de de cohetes, luces de bengala, morteros, silbadores y otros, sin la supervisión de un adulto.
Alfredo Ortíz, encargado de comunicaciones del hospital de la Fundación Hondureña para el Niño Quemado (Fundaniquem), señaló que el último menor ingresado es un niño de 11 años originario de Namasigüe, Choluteca.
El niño ingresó al centro asistencial con graves lesiones en su mano derecha luego de manipular un mortero, afortunadamente, los médicos lograron rescatar su extremidad.
Ortíz detalló que el tratamiento de un menor quemado con pólvora asciende a 30 mil lempiras diarios, por lo que instó a los padres de familia a ejercer mayor supervisión en sus hijos, ya que en muchas ocasiones, los adultos son los que proporcionan este tipo de explosivos a los menores.
El vocero de Fundaniquem, resaltó que varios niños han sufrido la amputación de alguno de sus miembros por ese tipo de quemaduras o han quedado con cicatrices de por vida.
Cabe mencionar que la cifra de menores quemados por el uso de pólvora podría ser mayor, ya que varios infantes han recibido atención en otros centros asistenciales como el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y otros en hospitales regionales o clínicas privadas en el país.
La cfira de menores que han tenido que ser ingresados con quemaduras severas producto de la manipulación de pólvora ha incrementado en los últimos días.
Las celebraciones decembrinas disparan la incidencia de niños afectados por la quema de de cohetes, luces de bengala, morteros, silbadores y otros, sin la supervisión de un adulto.
Alfredo Ortíz, encargado de comunicaciones del hospital de la Fundación Hondureña para el Niño Quemado (Fundaniquem), señaló que el último menor ingresado es un niño de 11 años originario de Namasigüe, Choluteca.
El niño ingresó al centro asistencial con graves lesiones en su mano derecha luego de manipular un mortero, afortunadamente, los médicos lograron rescatar su extremidad.
Ortíz detalló que el tratamiento de un menor quemado con pólvora asciende a 30 mil lempiras diarios, por lo que instó a los padres de familia a ejercer mayor supervisión en sus hijos, ya que en muchas ocasiones, los adultos son los que proporcionan este tipo de explosivos a los menores.
El vocero de Fundaniquem, resaltó que varios niños han sufrido la amputación de alguno de sus miembros por ese tipo de quemaduras o han quedado con cicatrices de por vida.
Cabe mencionar que la cifra de menores quemados por el uso de pólvora podría ser mayor, ya que varios infantes han recibido atención en otros centros asistenciales como el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y otros en hospitales regionales o clínicas privadas en el país.