Anuncian cierre de centros penales en La Esperanza y Trujillo por condiciones inadecuadas
El presidente de la Comisión Interventora del Sistema Penitenciario Nacional, general Ramiro Muñoz, anunció este lunes el cierre definitivo de los centros penales ubicados en La Esperanza, Intibucá, y Trujillo, Colón, debido a que estas cárceles no reúnen las condiciones mínimas de seguridad ni cuentan con infraestructura adecuada.
Muñoz explicó que algunas de estas instalaciones tienen más de un siglo de antigüedad y fueron construidas con materiales precarios, como adobe, en el caso del penal de Trujillo. El general afirmó que el crecimiento en la infraestructura de los grandes centros penitenciarios del país permite cerrar cárceles ubicadas en zonas urbanas que afectan la vida de los ciudadanos y ya no cumplen su función.
Además, adelantó que el penal de Marcala, en La Paz, también será clausurado próximamente, una vez se habiliten espacios adicionales en centros penitenciarios con mayor capacidad.
El general señaló que estas cárceles situadas en el centro de las ciudades violan derechos fundamentales al restringir las comunicaciones y servicios de los residentes cercanos, por lo que su cierre es una medida tanto de seguridad como de respeto a los derechos ciudadanos.
Avances en la modernización penitenciaria
Ramiro Muñoz destacó que en los últimos 19 meses se han registrado avances importantes en la administración penitenciaria, incluyendo mejoras en seguridad, control interno y la construcción de nuevas instalaciones carcelarias. “Estamos avanzando hacia un sistema más seguro, ordenado y con capacidad para rehabilitar verdaderamente a las personas privadas de libertad”, concluyó.
El presidente de la Comisión Interventora del Sistema Penitenciario Nacional, general Ramiro Muñoz, anunció este lunes el cierre definitivo de los centros penales ubicados en La Esperanza, Intibucá, y Trujillo, Colón, debido a que estas cárceles no reúnen las condiciones mínimas de seguridad ni cuentan con infraestructura adecuada.
Muñoz explicó que algunas de estas instalaciones tienen más de un siglo de antigüedad y fueron construidas con materiales precarios, como adobe, en el caso del penal de Trujillo. El general afirmó que el crecimiento en la infraestructura de los grandes centros penitenciarios del país permite cerrar cárceles ubicadas en zonas urbanas que afectan la vida de los ciudadanos y ya no cumplen su función.
Además, adelantó que el penal de Marcala, en La Paz, también será clausurado próximamente, una vez se habiliten espacios adicionales en centros penitenciarios con mayor capacidad.
El general señaló que estas cárceles situadas en el centro de las ciudades violan derechos fundamentales al restringir las comunicaciones y servicios de los residentes cercanos, por lo que su cierre es una medida tanto de seguridad como de respeto a los derechos ciudadanos.
Avances en la modernización penitenciaria
Ramiro Muñoz destacó que en los últimos 19 meses se han registrado avances importantes en la administración penitenciaria, incluyendo mejoras en seguridad, control interno y la construcción de nuevas instalaciones carcelarias. “Estamos avanzando hacia un sistema más seguro, ordenado y con capacidad para rehabilitar verdaderamente a las personas privadas de libertad”, concluyó.