Alemania afirmó que Rusia es una “amenaza concreta e inmediata para la seguridad europea”
La ministra alemana de Defensa alemana, Annegret Kramp-Karrenbauer, apuntó contra Rusia por ser una amenaza “concreta e inmediata” para la seguridad europea.
“El armamento excesivo de Rusia y su guerra en el centro de Europa ha creado amenazas reales”, afirmó este sábado Kramp-Karrenbauer durante una charla de la Fundación Konrad Adenauer (KAS), cercana a la Unión Demócrata Cristiana (CDU).
“Señalarlo no es antirruso. Señalarlo es estar abordando un hecho político importante y estar tomando precauciones de seguridad activas para nuestro país y para Europa”, explicó.
Así, acusó a Rusia de desplegar misiles “que pueden llegar a Alemania en poco tiempo”. “Esto se hizo en secreto y en contra de los tratados de control de armas vigentes”, ha explicado.
Tras tratar de ocultarlo, en 2018 Rusia confirmó el despliegue de misiles Iskander con un alcance de 500 kilómetros en el enclave de Kaliningrado, entre Polonia, Lituania y el mar Báltico.
Esta maniobra fue interpretada como una reacción al despliegue de tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en los países bálticos.
La ministra alemana de Defensa alemana, Annegret Kramp-Karrenbauer, apuntó contra Rusia por ser una amenaza “concreta e inmediata” para la seguridad europea.
“El armamento excesivo de Rusia y su guerra en el centro de Europa ha creado amenazas reales”, afirmó este sábado Kramp-Karrenbauer durante una charla de la Fundación Konrad Adenauer (KAS), cercana a la Unión Demócrata Cristiana (CDU).
“Señalarlo no es antirruso. Señalarlo es estar abordando un hecho político importante y estar tomando precauciones de seguridad activas para nuestro país y para Europa”, explicó.
Así, acusó a Rusia de desplegar misiles “que pueden llegar a Alemania en poco tiempo”. “Esto se hizo en secreto y en contra de los tratados de control de armas vigentes”, ha explicado.
Tras tratar de ocultarlo, en 2018 Rusia confirmó el despliegue de misiles Iskander con un alcance de 500 kilómetros en el enclave de Kaliningrado, entre Polonia, Lituania y el mar Báltico.
Esta maniobra fue interpretada como una reacción al despliegue de tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en los países bálticos.