23 cardenales latinoamericanos participarán en la elección del sucesor de Francisco
La Iglesia Católica se prepara para un cónclave histórico que elegirá al sucesor del papa Francisco, y este evento promete ser una ocasión clave para reflejar la universalidad que el Papa argentino quiso dar al Vaticano durante su pontificado. En este contexto, los cardenales latinoamericanos jugarán un papel determinante en la elección del nuevo Papa, pues serán más que los que eligieron a Francisco el 13 de marzo de 2013.
En el cónclave de 2013, participaron 19 purpurados latinoamericanos, pero para esta nueva elección, la cifra ha aumentado a 23. Este incremento responde a la política de apertura y representatividad que Bergoglio promovió durante su pontificado, con un énfasis en la inclusión de la Iglesia en el mundo globalizado.
Entre los nuevos cardenales latinoamericanos, seis fueron promovidos en el último consistorio de Francisco. De Sudamérica, destacan figuras como el arzobispo de Lima, Carlos Castillo Mattasoglio, de 74 años; el arzobispo de Santiago de Chile, Fernando Natalio Chomali Garib, de 67; el arzobispo de Santiago del Estero y primado argentino, Vicente Bokalic Iglic, de 72; el arzobispo de Guayaquil, Gerardo Luis Cabrera, de 69; y el brasileño Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre.
A la edad máxima de 80 años, los cardenales que podrán participar en el cónclave serán 23 latinoamericanos, aunque la cifra sigue siendo modesta frente a los 55 cardenales europeos. México, con una presencia destacada en el colegio cardenalicio, cuenta con seis cardenales, pero solo dos de ellos tendrán derecho a voto en el cónclave: Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, y Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara.
Por América Central y el Caribe, se destacan los cardenales de Cuba, Guatemala y Nicaragua: el arzobispo de San Cristóbal de la Habana, Juan de la Caridad García Rodríguez; el de Ciudad de Guatemala, Álvaro Ramazzini; y el nicaragüense Leopoldo Brenes.
La región de América del Sur estará representada por 17 cardenales. De Argentina, sobresalen el prefecto del dicasterio de la Doctrina de la Fe, Víctor Manuel Fernández, y los arzobispos Ángel Sixto Rossi y Vicente Bokalic, junto con Mario Poli, arzobispo emérito de Buenos Aires. También figuran cardenales de Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Colombia.
La presencia de estos 23 cardenales latinoamericanos será crucial en el cónclave, pues con su voto definirán el rumbo de la Iglesia en un momento de transformación. La creciente representación de América Latina en el Vaticano refleja el legado de Francisco y los cambios profundos en la estructura de poder dentro de la Iglesia Católica.
La Iglesia Católica se prepara para un cónclave histórico que elegirá al sucesor del papa Francisco, y este evento promete ser una ocasión clave para reflejar la universalidad que el Papa argentino quiso dar al Vaticano durante su pontificado. En este contexto, los cardenales latinoamericanos jugarán un papel determinante en la elección del nuevo Papa, pues serán más que los que eligieron a Francisco el 13 de marzo de 2013.
En el cónclave de 2013, participaron 19 purpurados latinoamericanos, pero para esta nueva elección, la cifra ha aumentado a 23. Este incremento responde a la política de apertura y representatividad que Bergoglio promovió durante su pontificado, con un énfasis en la inclusión de la Iglesia en el mundo globalizado.
Entre los nuevos cardenales latinoamericanos, seis fueron promovidos en el último consistorio de Francisco. De Sudamérica, destacan figuras como el arzobispo de Lima, Carlos Castillo Mattasoglio, de 74 años; el arzobispo de Santiago de Chile, Fernando Natalio Chomali Garib, de 67; el arzobispo de Santiago del Estero y primado argentino, Vicente Bokalic Iglic, de 72; el arzobispo de Guayaquil, Gerardo Luis Cabrera, de 69; y el brasileño Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre.
A la edad máxima de 80 años, los cardenales que podrán participar en el cónclave serán 23 latinoamericanos, aunque la cifra sigue siendo modesta frente a los 55 cardenales europeos. México, con una presencia destacada en el colegio cardenalicio, cuenta con seis cardenales, pero solo dos de ellos tendrán derecho a voto en el cónclave: Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, y Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara.
Por América Central y el Caribe, se destacan los cardenales de Cuba, Guatemala y Nicaragua: el arzobispo de San Cristóbal de la Habana, Juan de la Caridad García Rodríguez; el de Ciudad de Guatemala, Álvaro Ramazzini; y el nicaragüense Leopoldo Brenes.
La región de América del Sur estará representada por 17 cardenales. De Argentina, sobresalen el prefecto del dicasterio de la Doctrina de la Fe, Víctor Manuel Fernández, y los arzobispos Ángel Sixto Rossi y Vicente Bokalic, junto con Mario Poli, arzobispo emérito de Buenos Aires. También figuran cardenales de Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Colombia.
La presencia de estos 23 cardenales latinoamericanos será crucial en el cónclave, pues con su voto definirán el rumbo de la Iglesia en un momento de transformación. La creciente representación de América Latina en el Vaticano refleja el legado de Francisco y los cambios profundos en la estructura de poder dentro de la Iglesia Católica.